domingo, 28 de noviembre de 2010

GIMNASIOS EN DIVERSOS PAISES



 Gimnasios en diversos países

En Europa, El gimnasio privado se siente agraviado Estos centros piden facilidades y colaborar con el sector público para ofrecer salud a través de la actividad física ALEJANDRA RODRÍGUEZ.
Además de pastillas, los médicos están empezando a recetar ejercicio físico a sus pacientes, tanto para prevenir como para tratar problemas de salud. Al contrario de lo que cabría esperar, esto no está beneficiando a los gimnasios, al menos no a todos. Los que pertenecen al sector privado se quejan de que las instalaciones públicas, las asociaciones vecinales y algunos centros culturales que también ofertan actividades deportivas ejercen una competencia desleal.
Supuestamente, este 'juego' 'sucio' comienza desde que se erige el polideportivo municipal. «No se construye en función de si ya hay otros gimnasios en la zona o de si es viable económicamente», relata Eduardo Méndez, presidente de la Federación Gallega de Empresarios de Gimnasios (FEGAEX).
No obstante, las infraestructuras públicas se planifican con varios años de antelación, según los planes urbanísticos y el uso permitido para cada suelo, de manera que este proceso que los gimnasios privados ven tan simple, en realidad, no lo es tanto.
Las tarifas son otro de los puntos de fricción entre estos dos sectores. Los privados no pueden ofertar precios tan económicos porque de lo contrario no cubren los costes de su inversión.
Y es que, para atraer a los clientes, estos empresarios han de ofertar instalaciones modernas y de diseño cuidado, así como actividades vanguardistas y equipamiento deportivo de última generación; algo que no es barato.
Sin embargo, «hay que tener en cuenta que, precisamente por tratarse de un bien público que repercute en un beneficio para la salud, los precios han de ser asequibles para todo el mundo. Esto no es un negocio; es un servicio y a veces hay que hacer sacrificios en cuanto a esa estética más espectacular», argumenta un responsable de instalaciones municipales de Madrid que prefiere no dar su nombre.
Además, desde el sector público se cuestiona la idoneidad de todas las ubicaciones elegidas por los empresarios privados para poner instalaciones deportivas.
«Naturalmente, no es bueno generalizar, pero algunos locales son auténticos cuchitriles que no cumplen con las exigencias mínimas de higiene, seguridad y acondicionamiento para llevar a cabo actividades de tipo físico», esgrime este mismo portavoz.
En cuanto a la cualificación de los profesionales que supervisan los ejercicios de los usuarios, así como los monitores que imparten las actividades dirigidas, también surgen discrepancias entre los polideportivos de titularidad privada y los públicos. Si bien para acceder a uno de éstos hace falta acreditar una formación y, en muchos casos, haber aprobado una oposición, en los primeros hay más 'manga' 'ancha' en ese sentido; algo que se convierte en un cajón de sastre cuando se supervisa el profesorado de asociaciones vecinales, en las que prima el voluntarismo más que la cualificación profesional.
No obstante, una de las dificultades que se encuentran los monitores de las instalaciones públicas es la masificación de sus clases y actividades, así como la falta de material.

No hay comentarios:

Publicar un comentario